viernes, 27 de mayo de 2011

Mi confrontación con la docencia


Uno de los primeros productos solicitados en la Especialidad de Competencias Docentes es la reflexión sobre nuestra confrontación con la docencia, una actividad que nos permitió rememorar esos encuentros gratos y no gratos que hemos experimentado a lo largo de nuestra vida.
Iniciaré comentando que estudié Licenciatura en Derecho en la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca, por azares del destino en el año de 1999 acepté el trabajo de Secretaria Municipal en el Ayuntamiento de Santa Catarina Juquila. En el mes de junio del año 2000, me ofrecieron integrarme al Plantel 31 del Colegio de Bachilleres en la misma localidad, porque había asignaturas acorde a mi perfil profesional y resultaba difícil que alguna persona aceptara el empleo debido a lo bajo del salario, decidí aceptar esta oportunidad por agradecerle al sistema de bachilleres lo que aprendí en las aulas del plantel 2, ubicado en la  avenida de “los cien metros” en la ciudad de México, así es que un 7 de agosto del referido año,  inicié  esta hermosa aventura que hoy no me imagino sin ejercer.
Quiero compartir que desde muy pequeña, con mis hermanos y primos jugábamos a “la escuelita”, ya que nuestros padres y tíos (paternos) estudiaron para Maestros de Educación Primaria, mi abuelita materna era Directora de Escuelas Primarias y catedrática en Mejoramiento Profesional; en casa de mis abuelitos paternos había un pizarrón ex profeso para las clases de regularización que impartían mis familiares, además de que recuerdo cuando nos llevaban a sus centros de trabajo, algunos en comunidades lejanas y rurales, otros en la ciudad, nuestro ambiente siempre estuvo rodeado de profesores, de reuniones sindicales, de material didáctico, de niñas, niños y jóvenes que asistían a regularizarse, también lo hacían niños y adolescentes con necesidades educativas especiales porque mi padre era maestro en la Escuela “Odalmira Mayagoitia de Toulet”, centro al que asistían niños sordos, ciegos, con síndrome Down, entre otras personitas especiales.
También me gustó porque en el bachillerato mi padre me asignaba como asistente de niños en regularización, independientemente de que con algunos de mis compañeros de nivel medio superior y superior, organizábamos círculos de estudio en mi casa en donde nos apoyábamos para alcanzar los objetivos de las diversas asignaturas.
En esta comunidad donde vivo desde hace once años, diez de ellos llevo dedicada a impartir cursos de regularización a niños de nivel primaria y secundaria, así como a iniciar en el proceso de lectura y escritura a menores de nivel preescolar, con resultados positivos.
Pienso que el profesor tiene una gran responsabilidad en el desempeño de su trabajo, somos ejemplo para los niños y jóvenes con quienes compartimos nuestra vida, me siento útil al ejercer esta profesión; aún cuando he desempeñado cargos en las administraciones municipales no he dejado la actividad docente, ni pienso hacerlo, tampoco he aceptado regresar a la ciudad en donde me han ofertado integrarme a instancias estatales, ¡aquí he encontrado el sentido de mi vida!
Al principio se me complicaba el trabajo con los bachilleres, ya que efectivamente, vengo de una Universidad donde nos convertimos en autodidactas, eso me causaba muchos problemas con los jóvenes, pero pienso que en estos diez años he crecido, he adquirido competencias y eso se ha debido a que me intereso en mejorar cada día.
Lo que siento al desempeñarme como profesora es una alegría inmensa cuando inicio cada día, cuando veo que logro hacerme entender por los jóvenes, cuando me preguntan sobre los temas que estamos viendo, es decir, cuando los encuentro motivados me motivan a mi también, siento que me inyectan energía, que me dan vida, pienso que necesito mi trabajo para vivir, lo mismo me sucede con los niños con los que laboro por las tardes, ahora por la especialidad he dejado estas actividades, extraño a los niños, me ha dado un gran gusto cuando tanto los pequeños como los adolescentes me dan las gracias por un logro alcanzado, porque los niños, aunque pequeños, se dan cuenta y valoran lo que han aprendido, es algo que me sorprende.
El ser docente en educación media superior es el sentido de mi vida, pienso que tengo la gran responsabilidad de formar a los futuros servidores públicos, padres y madres, médicos, enfermeras, arquitectos, ingenieros, incluso profesores, y quiero trascender en su existencia, que sea mi recuerdo grato para ellos por definirles su actuar en la vida, me causa frustración cuando desertan por problemas económicos ante lo que no podemos hacer mucho, estamos impotentes. Algunas veces desertan por reprobación después de haber desaprovechado las oportunidades que como docentes se les ofertaron y también es frustrante.
Los motivos de satisfacción que he tenido han sido cuando he asesorado a algunos estudiantes en los concursos internos del sistema y han alcanzado primeros o segundos lugares en el área histórico social, en declamación, en redacción de cuento corto, esos logros me dan seguridad, me reafirmo con ellos, también me siento satisfecha cuando se integran a los clubes que tengo a cargo, cuando se me acercan y me comentan sus problemas y mayor satisfacción he sentido cuando les ayudo a salir de alguna problemática grave que presenten.
De Igual manera me complace el que con la intención de mejorar cada día invierto en mis herramientas de trabajo, no me espero a que el sistema me provea, mi aula de trabajo se ha convertido en mi hogar, compré mi proyector, trasladé de mi casa al aula: el televisor, el combo, los libros de las asignaturas que imparto para que los jóvenes los consulten sin mayor problema, de igual manera el material videográfico, poco a poco he ido integrando mi videoteca, lo mismo que mi ludoteca que quiero echar a andar el próximo semestre, son proyectos que he notado motivan a los estudiantes.
También he sentido satisfacción al ir adquiriendo competencias en mi actividad docente que se traducen en establecer mayor comunicación con los estudiantes y una relación cordial, lo que he logrado gracias al autoanálisis, a la heteroevaluación que realizo cuando concluye el semestre, me enriquezco con la opinión que de mí tienen los estudiantes, conservo sus cartas y las releo con frecuencia, pienso que esa actividad me ha fortalecido y enriquecido.
Los motivos que me han causado insatisfacción, al inicio de mi actividad docente fueron muchos, el sentir el rechazo de los estudiantes al pedirles que cumplieran con su rol, el que evitaran acercarse a mí por que pensaban que era demasiado estricta, el que las autoridades escolares bloqueen mis proyectos, el que mi trabajo académico a pesar de entregar resultados favorables pareciera invisible a los ojos de los demás, eso originó que se me viera como la única persona “exagerada” en observar las normas establecidas en el sistema para el cual laboro, esas insatisfacciones me han permitido buscar alternativas para superarlas, recientemente he asistido a cursos de programación neurolingüistica ya que estoy consciente que mi preparación debe ser constante y continua,  con el principal objetivo de establecer mayor y mejor comunicación con los estudiantes, para que así les atraiga el trabajo conjunto que hacemos, facilitándoles el acceso al conocimiento y el logro del aprendizaje significativo.
En verdad no me imagino sin venir día con día a convivir con los estudiantes, como lo he mencionado, esta actividad le da sentido a mi vida, me permite sentirme útil a la humanidad, me llena de felicidad el trabajo que desempeño.
Es así como me he confrontado con la docencia.
Clara Nubia

4 comentarios:

  1. Hola Clara Nubia:

    Sin duda como docente es usted un ejemplo de trabajo, de compromiso, dedicación y esfuerzo; su vocación docente se nota en cada una de sus actividades, es un verdadero placer compartir con usted el trabajo en el plantel.

    Sinceramente: Jorge Luis Osorio Guzmán.

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  2. Buenas tardes compañer@s:
    Me siento afortunada de que estemos viviendo esta nueva experiencia en la que, sin duda, adquiriremos aprendizajes significativos para llevar a nuestro plantel a la excelencia académica.
    Le agradezco la buena voluntad y disposición que han demostrado para llevar a cabo el trabajo colaborativo que nos ha enriquecido.
    Les exhorto a que continuemos abrevando juntos de este inmenso río del conocimiento para ser mejores personas, mejores docentes y mejores compañeros de trabajo.
    Agradezco infinitamente sus comentarios, les admiro por la historia de vida de cada uno, además porque son personas comprometidas día a día en todos los contextos donde se desenvuelven.
    Con aprecio sincero.
    Clara Nubia

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  3. Hola Nubia:
    Ya decía yo, que no se puede dar lo que no se tiene, y tu querida maestra tienes mucho por ofrecer. Te viene de familia!!!!

    Una sugerencia: el rojo y letras blancas dificulta mucho la lectura me dio mareo al terminar sería conveniente cambiar los colores.
    Saludos cariñosos

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  4. Hola Lore: seguiré tu sugerencia, gracias por comentar.
    Saludos cariñosos.

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